viernes, 28 de agosto de 2015

Tu búsqueda es como un taxi

Es tu búsqueda como un taxi,
se nutre de infinitos viajes ,
de conversaciones con cortes súbitos,
de observar con atención los semblantes
para evitar depredadores,
de aprender de memoria los nombres de las calles
para acortar distancias
y ganar tiempo.

La búsqueda se nutre
de humildes metas.

Hasta que el taxi, poco a poco,
se va desvencijando
de tantas vueltas y destinos,
de tanto repetir las experiencias,
de tanto hábito.


sábado, 22 de agosto de 2015

Fragilidad del amor

Mil veces extraviaste en el camino
el rumbo de la dicha; prometiste
amarme en los reveses del destino,
una lluvia de sol me prometiste.

Otras veces, tu piel, en el apego,
abrasaba la loca fantasía,
abrasaba mi gris melancolía
el manto de tu luz y puro fuego.

Hoy veo en el jardín la eterna rosa
sostenerse regada en la frescura
de las noches serenas, la ternura.

Pero persiste en mi ebriedad celosa
el miedo de tenerte y no tenerte,

el miedo a la mañana de perderte.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Radio Penitenciaría

¡Buen día, presidiarios!
Os habla el Gran Perverso,
con la misión perpetua
de insuflaros aguante,
ánimo y perspectiva.

Abrid vuestras ventanas
y ved el alto muro
(el gran triste amarillo),
freno de toda dicha
y de toda mirada.

¡Vamos! ¡Vamos! ¡Arriba!
Erguíos, observad
más allá de los muros
el cielo, el sol, los pájaros,
la ansiada libertad.

Tú, marica, el último
de las dos mil ventanas:
saluda a tus cochinos;
exígeles en público
que cumplan las promesas
dadas en el instante
de la gloria al señor
de los cielos eróticos;
que cumplan estos chanchos
la palabra de amarte.

Tú, ciego violador,
muéstrate penitente,
contrito y di “jamás
repetiré mi crimen”.
Ella sigue su vida,
y observa las ochavas
con su temor a ti.
Saluda, da el ejemplo.
Levanta tu oración
con descaro real.

Drogadictos, ladrones,
verdugos de inocentes,
engendros desviados,
envidiosos, lascivos,
psicópatas del canto,
ruinas de la esperanza,
criminales de sueños,
cangrejos de la gloria,
crónicos mentirosos:
¡salid de vuestro encierro!

Abandonad por hoy
la reclusión del yo.
¡Todos a idealizar!
¡Todos a sonreír!
¡Todos a la emoción!

La mañana es pura,
la vida aún es vuestra
—el futuro también—,
y es vuestro el cielo, el sol
del hombre que está libre.



martes, 11 de agosto de 2015

La rosa



Radiante está la rosa en una esquina,
como una reina en cuyo trono exhala
halo y fulgor en la apacible sala,
desbordante tersura femenina.

En el jarrón reluce matutina
con rojos pétalos la ardiente gala,
mientras la luz en gradación avala
la majestad de estética divina.

Arrogante en el tronco cercenado
ignora todavía el desconsuelo
de hallarse en los dominios de la muerte.

El sueño de vivir, cuando truncado,
aunque guarde su rojo terciopelo,
repite de la flor la misma suerte.

Del amar la existencia


Como muchos, yo amo la existencia;
es decir, mi vida en la vida,
el enigma rebelde de la realidad,
el paisaje que surge azul en tu pupila,
el amor que apantalla las nubes del hastío,
la sabia plenitud de mi locura
(que no he podido aún mostrar al mundo),
los límites opacos del aprendizaje,
el duro aprendizaje de la opacidad,
las preguntas del niño azorado ante el místico misterio,
la canción de su cuna,
la lámpara que baja a las cavernas de mi espíritu
y sube apagada porque me han visto descubierto,
la harina, el pan, a los que comen con el pan,
el asombro que nace en cada amanecer,
la risa involuntaria, la espontánea
(recuerdo de otra risa con causa poderosa),
la cuerda que te ahorca sin matarte
(que ahorca y se desata),
el intento de comprenderme antes de morir.